Dos de los dispositivos más populares en el mundo de quienes quieren dejar de fumar son los vaporizadores o “vapes” y los cigarrillos electrónicos, pero… ¿son lo mismo? Aquí te contamos.

Los cigarrillos electrónicos están diseñados para simular la experiencia de fumar un cigarrillo tradicional. Utilizan un líquido que generalmente contiene sustancias aromáticas y nicotina líquida, que se calienta por un atomizador para crear un aerosol inhalable.

Estos dispositivos vienen en varias formas, desde los desechables, que son los más simples y no requieren mantenimiento, hasta los más complejos como los ‘box mods’, que ofrecen una experiencia de vapeo más intensa gracias a una batería más grande y opciones de personalización avanzadas.

Vaporizadores desechables ¿Cuánto duran?

Por otro lado, los vaporizadores se utilizan principalmente para calentar sustancias sólidas, como hierbas aromáticas o extractos, para producir vapor. A diferencia de los cigarrillos electrónicos, los vaporizadores no están limitados al uso de líquidos y pueden ofrecer una experiencia más versátil.

Existen dos tipos principales de vaporizadores: por conducción y por convección. Los vaporizadores por conducción calientan el material directamente, mientras que los de convección calientan el aire alrededor del material, lo que puede resultar en un vapor más uniforme y de mayor calidad.

Tanto los vaporizadores como los cigarrillos electrónicos ofrecen alternativas al consumo de tabaco tradicional, pero es importante entender sus diferencias para hacer una elección informada. Mientras que los cigarrillos electrónicos se centran en simular el acto de fumar, los vaporizadores ofrecen una experiencia más amplia y diversa, adecuada para una variedad de materiales más allá de los e-líquidos. La decisión final dependerá de lo que el usuario busque en su experiencia de vapeo.

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